Manuel, Dio, Adan y Luis Abinader, cuando la prudencia manda

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Es la segunda vez que el presidente llega a Santo Domingo Este en poco tiempo lo que inmediatamente se traduce en que se necesita desesperadamente «apuntalar» la candidatura, más allá de apoyarla.

La estructura de la marcha, los puntos de encuentro, todo estaba acordado hasta que, en un punto, el diputado Bertico Santana fue hasta donde se encontraban Manuel Jiménez y doña Angelita y dijo a los allí presentes que el presidente había pedido que ese transporte se adelantara y se colocara cerca de donde iba Dio Astacio y él.

Según fuentes, Manuel vio el tema como complicado porque se rompía precisamente lo acordado pero luego de insistencia y seguro que acordado junto con doña Angelita, decidieron adelantar varios vehículos con la ayuda de «protocolo» pero a cierta distancia del carro del presidente.

En un gesto que debe recalcarse, Manuel le indica a Adan que también le siguiera pero los organizadores del evento le dijeron que «solo él», dejando a Adan detrás, al presidente del partido, en lo que seguro fupe un acto de desdén hacia su propia investidura pero que desnuda que, posiblemente, existan ordenes de «no contacto» con la más alta figura del país.

Dio es un completo desconocido y ha acumulado descontento, tanto por cómo se «resolvieron» las primarias como por su actitud luego para con la dirigencia y la militancia de base, por lo que es de entender que los «vítores» eran para Doña Angelita, que se ha destacado por su trabajo en la dirección de Desarrollo Comunitario, asistiendo a todas las juramentaciones en toda la ciudad y Manuel Jiménez, alcalde, que sábado tras sábado se recorre el territorio supervisando directamente, sector por sector, las ejecutorias de la alcaldía e intercambiando de primera mano con la población.

Este contexto directo ha acentuado el liderazgo de Manuel y creado en de doña Angelita, por lo que si el carro de ellos se acercaban podría pasar el riesgo de que el nombre de Dio se opacara y éticamente no es lo correcto, por lo que el deseo del presidente de tener cerca al actual alcalde habría sido incluso, contraproducente, inadecuado y al final se vería o vendería como una posible vendetta hacia al candidato.

La prudencia manda y en ella posiblemente Manuel se erija como un maestro del saber cuando una acción perjudica o beneficia, por eso se quedó a distancia, cerca, pero no revueltos, por el bien de la marcha.

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